Los tratamientos post-operatorios después de una intervención quirúrgica aceleran el periodo de recuperación, reducen las molestias, cuidan que el proceso sea el correcto y vigilan la aparición de posibles complicaciones.
Se empieza a realizar durante la semana siguiente a la intervención, pasadas al menos 48 horas. Durante el primer mes realizaremos al menos una sesión semanal.
Los principales síntomas que tratan son:
- Edema
- Equimosis (moratones)
- Fibrosis /adherencias
- Tensión muscular
- Deshidratación y falta de flexibilidad en la piel
- Alteraciones de la sensibilidad y en el proceso de cicatrización
- Contractura capsular (sólo en las intervenciones de mama)
Las técnicas más habituales son:
- Drenaje linfático
- Masoterapia
- Ultrasonidos
- Radiofrecuencia
- Endermología